miércoles, 25 de mayo de 2011

PENSAMIENTO LÓGICO.


PENSAMIENTO.

Se entiende por pensamiento el resultado de una forma peculiar de acción. Por lo general se pone en marcha esa acción ante una situación paralela en la que no hay una respuesta inmediata, pero que exige solución; el resultado de pensar es una situación individual más o menos innovadora a la situación concreta a la que se origina y producido por una mente que elabora la información sensible y construye representaciones más generales y abstractas que simbolizan y construyen a los objetos.

PENSAMIENTO LÓGICO.

El Pensamiento Lógico se desprende de las relaciones entre los objetos y precede de la propia elaboración del individuo; es importante saber que las diferencias y las semejanzas de los objetos, sólo están en la mente de su creador, por lo tanto el pensamiento lógico no puede enseñarse de forma directa, en cambio, se desarrolla mientras el sujeto interactúa con el medio ambiente.

La pedagogía señala que los maestros deben propiciar experiencias, actividades, juegos y proyectos que permitan al niño desarrollar su pensamiento lógico mediante la observación, la exploración, la comparación y la clasificación de objetos.

La palabra lógica proviene del Griego logikós que significa razón o estudio, por lo tanto el pensamiento lógico sirve para analizar, argumentar, razonar, justificar o probar razonamientos, se caracteriza por ser preciso y exacto, basándose en hechos o datos probables. El pensamiento lógico es analítico (divide los razonamientos en partes), racional (sigue reglas) y secuencial (va paso a paso).

Clases de pensamiento lógico:

Ø Pensamiento convergente.

Ø Pensamiento divergente.

Ø Pensamiento formal.

PENSAMIENTO CONVERGENTE: Es un proceso intelectual que el organismo realiza sobre una información dada, para producir una información determinada completamente por la primera información. Es una búsqueda de imperativos lógicos. En el pensamiento convergente se siguen las pautas trazadas y se avanza en el sentido impuesto por las premisas y condiciones previstas hacia el objeto previsto. En suma el pensamiento convergente determina la extracción de deducciones a merced a la información recibida. Las respuestas del pensamiento convergente son en general únicas, salvo conmutatividades, o limitadas en número.

Para ejemplificar este tipo de pensamiento, considere el siguiente problema y hállele la solución:

Los duendes


En este ejercicio intervienen cinco duendes vestidos de cinco colores diferentes, los cuales hicieron cinco tipos de juguetes diferentes. El objetivo del ejercicio es que usted descubra qué hizo cada uno de los duendes:

En la bolsa de Santa Claus había 30 juguetes diferentes, hechos por el equipo de duendes: Cher, Johnny, Jane, Sue y Marcia. Ninguno de ellos hizo la misma cantidad de juguetes, pero cada uno de ellos hizo más de dos. Cher, por ejemplo, hizo un juguete más que quien viste de rojo y uno menos que quien hizo los trineos. Johnny se encargó de los autos de carreras. Jane hizo cinco juguetes. Los trenes fueron fabricados por quien viste de amarillo, y el de verde produjo una tercera parte de lo que hizo Sue. La linda Marcia lucía un traje anaranjado y otro duende llevaba un traje azul. Nadie aportó más juguetes que la que hizo los trompos. El duende de la sonrisa gallarda hizo todas las pelotas. Con estos datos, determine quien hizo cada cosa.


PENSAMIENTO DIVERGENTE: Es un proceso intelectual que el organismo realiza a partir de una información dada tendiente a producir variedad y cantidad de información partiendo de la misma fuente. Es una búsqueda de alternativas lógicas. Es un proceso encaminado a buscar algo nuevo partiendo de contenidos anteriores. Esta forma de actuación mental se caracteriza por la búsqueda, ante un problema de las posibles e inhabituales soluciones. Como contrapuestos a los de convergente se requieren la producción de múltiples soluciones posibles más que una única respuesta correcta.

Un ejemplo de la forma como opera este pensamiento se puede encontrar en la solución al siguiente problema:

Estás conduciendo tu automóvil deportivo de dos plazas en una noche de tormenta terrible. Pasas por una parada de autobús donde se encuentran tres personas esperando:

1. Una anciana enferma a punto de morir.
2. Un viejo amigo que alguna vez te salvó la vida.
3. La mujer de tus sueños, o tu hombre ideal.

¿A quién llevarías en tu automóvil, habida cuenta que sólo tienes sitio para un pasajero?

Piensa muy bien tu respuesta.
Éste es un dilema ético y moral utilizado en entrevistas de trabajo. Podrías llevar a la anciana, porque va a morir y por lo tanto deberías salvarla primero; o podrías llevar al amigo, ya que él te salvó la vida y estas en deuda con él. Sin embargo, posiblemente nunca vuelvas a encontrar a la mujer de tus sueños, o tu hombre ideal.

"Un problema planteado correctamente es un problema prácticamente resuelto".

Moraleja: "Prestemos más atención a lo que hacemos o decimos"

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PENSAMIENTO FORMAL: Es una capacidad muy sofisticada y poderosa que permite resolver problemas complejos de una forma característica de la ciencia, pero eso no quiere decir que los sujetos que han alcanzado el nivel del pensamiento formal lo utilicen siempre para resolver todas las tareas que se les presentan.

Un buen problema para ejemplificar este tipo de pensamiento es el siguiente:

En el inicio de un largo pasillo oscuro se encuentra un hombre, con tres interruptores de la luz delante. Quiere saber cuál de los tres interruptores es el que enciende la bombilla de su habitación, situada al final del pasillo dichoso. Y llega, después de una profunda reflexión, a la conclusión de que, pulsando uno o más interruptores y haciendo a continuación un solo recorrido hasta la habitación, podrá ya tener la seguridad de cuál es el interruptor que busca. ¿Cómo pensó el asunto nuestro amigo?


Para desarrollar el pensamiento lógico es indispensable el uso de la inteligencia.

INTELIGENCIA.

Parte esencial del desarrollo del pensamiento lógico, es la inteligencia y una operacionalización de la inteligencia, útil tanto para los procesos de su identificación como para una posterior estimulación o enriquecimiento de la misma, podría incluir las dimensiones e indicadores que proponemos a continuación:

Calidad Procesal: Como su nombre lo indica, expresa la caracterización cualitativa de las acciones intelectuales, por ende, de los procesos sobre cuya base estas transcurren. Proponemos, para el estudio de la misma, algunos indicadores fundamentales:

a) Independencia: se evidenciaría en la posibilidad de seguir una línea propia de pensamiento y modos de procesamiento autónomos. y estaría relacionado con los diferentes niveles de ayuda, y con el tipo de orientación que cada sujeto necesita.

b) Fluidez: como tradicionalmente se comprende, se expresa en la cantidad, en el número de ideas o producciones que el sujeto pueda generar o utilizar en un contexto determinado.

c) Flexibilidad: se manifiesta en la variedad de recursos que el sujeto es capaz de emplear en las situaciones que enfrente, en su posibilidad de generar diferentes alternativas de solución a los problemas, diferentes modos de contemplar un fenómeno; en la posibilidad de modificar el rumbo de su actividad intelectual cuando la situación lo requiere.

d) Originalidad: se expresa por la cantidad de ideas y de opciones inusuales, no comunes, que el sujeto puede ofrecer y generar ante un hecho, situación, problema; por la posibilidad para elaborar soluciones, estrategias y productos novedosos.

e) Elaboración: se evidencia en la posibilidad para producir gran riqueza de detalles en el análisis de una idea o situación, de llevar hasta las últimas consecuencias la elaboración de un proyecto o de una idea desarrollada, clarificándola, expandiéndola, descubriendo deficiencias, realizando redefiniciones sobre esta base.

Estos indicadores, asociados comúnmente a la creatividad, constituyen desde nuestra óptica las POTENCIALIDADES CREADORAS o potencial creador del sistema cognitivo humano. Dichas potencialidades se involucran como aporte del desarrollo intelectual a los más altos niveles de efectividad de la actuación.

f) Logicidad o consecutividad: se manifiesta en la posibilidad de seguir un orden lógico, sin saltos arbitrarios, en la naturaleza sistémica del procesamiento de determinada información. Como indicador que apunta a lo que se conoce como pensamiento convergente, no tiene por qué mostrarse en situaciones o tareas que exigen para su solución básicamente de otras modalidades de procesamiento y pensamiento, como el pensamiento visual y la manipulación de imágenes, o del pensamiento divergente y lateral.

g) Profundidad: se refiere a las posibilidades de penetración en la esencia de los hechos, fenómenos, situaciones, buscando generalizaciones, leyes, regularidades; a la tendencia a buscar lo relevante haciendo abstracción de lo que es no significativo.

h) Productividad: se comprende como equilibrio relativo entre la velocidad del procesamiento de la información y de solución y ejecución de las tareas, y la adecuación, precisión, la calidad que se va logrando en las mismas.

Economía de recursos: se expresa como la minimización del esfuerzo cognitivo, la posibilidad de conjugar los recursos para replantear una situación de forma asequible, comprensible, y operacionalizable; de transformar, mediante estrategias complejas pero eficaces, lo complejo en sencillo y lo difícil en fácil. Refleja, en fin, como resultado, la optimización de todos los procesos y la búsqueda de reducción de los esfuerzos intelectuales en la consecución de una meta, o en la solución de un problema. (Klix, 1988, Kalmikova 1982, Menchiskaya 1982)".

La inteligencia requiere que el individuo que la posea sea un ser dotado de conocimientos sólidos, los cuales puede usar en situaciones conflictivas específicas para encontrar soluciones efectivas. La disponibilidad y el uso racional y efectivo que hacen las personas de los sistemas de información que poseen -trátese del conocimiento fáctico o procedimental, general o específico - constituyen elemento esencial para evaluar su potencial intelectual y las características del funcionamiento cognoscitivo.

La doctora María Dolores Córdova, menciona algunos indicadores de inteligencia:

a) Volumen: la riqueza de los conocimientos sobre un área o áreas determinadas, pero fundamentalmente el nivel de conocimientos generales que posea el sujeto.

b) Especialización: Profundidad y solidez de la información que se posee en un área dada , que está dada por la característica cuantitativa tanto como por la posibilidad de penetración en nexos multilaterales que captan las leyes y núcleos esenciales un campo dado del saber, o en una esfera especial de la actividad.

c) Organización: nivel de estructuración y sistematización de los conocimientos; poder relacional de los nuevos sistemas de información y los viejos, y el consecuente poder de lLas características de las bases de conocimientos guardan estrecha relación con la capacidad de acceso a la memoria de larga duración, y por ende con las posibilidades de una recuperación y uso efectivo, rápido, flexible de la información relevante de acuerdo a las exigencias de la situación.

Por otra parte, consecuentemente con los supuestos teóricos asumidos como punto de partida, es necesario tomar en consideración un conjunto de dimensiones, que si bien no constituyen componentes intelectuales de la inteligencia, si se encuentran estrechamente conectados con la actuación inteligente, condicionando su desenvolvimiento, expresión y particularidades en mayor o menor grado. Se trata de algunos recursos personológicos como por ejemplo:

- perseverancia-inconstancia
- seguridad-inseguridad
- autoestima-autovaloración
- complejidad
- estructuración de la proyección futura
- apertura a las nuevas experiencias,
- curiosidad, entre otros.

Los mismos para ser utilizado en realizar transferencias y generar nuevas hipótesis e información a partir de la existencia.

Otro aspecto importante a tener en cuenta para comprender la inteligencia es, el análisis de su desarrollo. ¿Cómo se produce éste? ¿Qué factores lo determinan, lo favorecen, lo dificultan? ¿Hasta dónde puede llegar?... Estas son preguntas que todo el que se proponga estudiar y/o estimular el intelecto debe hacerse y asumir una posición respecto a ellas. De hecho, la aceptación de la posibilidad de estimular o dificultar ese desarrollo, es un ejemplo de de toma de de posición ante alguna de estas preguntas.

Durante muchos años conformó un supuesto generalmente aceptado el que la inteligencia constituía una capacidad innata del individuo para aprender, comprender y razonar. Siendo algo genéticamente determinado, podía madurar o desarrollarse de acuerdo a la edad llegando al límite prefijado por la herencia independientemente del medio en el cual se desarrollaba el sujeto, o -en el mejor de los casos- teniendo en cuenta el nivel en que el mismo medio favorecía y frenaba tal desarrollo (Vernon, 1977).

Desde entonces, numerosas han sido las polémicas y los esfuerzos para tratar de esclarecer el papel y el peso de cada uno de estos grandes grupos de factores: la herencia, lo biológico y el medio, lo social. Del rechazo a las posiciones biologistas se ha pasado a menudo a otra forma de reduccionismo -el ambientalismo, el sociologismo- que también ha resultado inconsistente. No obstante permanece viva la discusión, aún con otros matices. Como plantea Brushlinskil (1978):

"En la actualidad quizás todos los investigadores en mayor o menor medida, reconocen que las particularidades biológicas (orgánicas, hereditarias, congénitas etc.) desempeñan determinado papel en el desarrollo psíquico del hombre, y en particular en desarrollo de sus capacidades. Por consiguiente, el estudio ulterior se somete no ya esta cuestión, sino otra más concreta: ¿en qué medida las aptitudes hereditarias, específica y directamente determinan la formación de las capacidades?".

¿Está la pedagogía en condiciones de dar una respuesta contundente a esta cuestión? ¿Cuál es el aporte de la sicología al respecto?

1- La propia naturaleza del hombre es un producto de la historia (Rubinstein, 1981, Brushlinskil, 1990; Artemieva, 1979; Teplov, 1981).

2- El desarrollo de las capacidades humanas tiene su fundamento en determinadas premisas naturales o disposiciones (Teplov, 1986; Leontiev, 1986; Rubinstein, 1965) y en el funcionamiento de un órgano material y de determinadas estructuras funcionales, que en calidad de factores internos condicionan, si bien no predeterminan, dirección y particularidades específicas de tal desarrollo. El sistema conformado por las actitudes de los individuos constituye por ende un factor indispensable para la comprensión de este aspecto de su desarrollo y de su potencial.

Los anteriores planteamientos constituyen la expresión de dialéctica entre lo biológico y lo social en la psiquis humana, entre lo interno y lo externo, sin lo cual resulta imposible comprender la existencia y la manifestación de los fenómenos que nos interesan.

Sobre esto Rubinstein dice:..."Lo biológico y lo social no son factores independientes...En el carácter del hombre no hay propiedades que están simplemente determinadas por las particularidades biológicas del organismo, independientemente de la situación social en la cual el hombre se desarrolla, de la misma forma que no existen en él componentes realmente aislados que estén, simplemente determinados por las relaciones sociales en una independencia abstractas de las cualidades biológicas de un individuo concreto".

3- Los fenómenos psíquicos surgen en la interacción del individuo con el medio externo, y que por lo tanto resulta decisiva la influencia del mismo en su formación y desarrollo, sin negar, por ello, el papel de otros factores.

Las capacidades humanas están condicionadas sociohistóricamente, y por ende, también la inteligencia. Los principios aportados por la Escuela Histórico-Cultural, fundada por L. S. Vigotsky, sobre la determinación históricosocial de la psiquis humana, la mediatización de los procesos psíquicos y su propio rol mediatizador, el papel de la cultura y la educación en su desarrollo, el rol rector de la enseñanza y la educación en relación con este desarrollo, entre muchos otros (Morenza y otros, 1990) constituyen, a nuestro modo de ver, un punto de partida sólido para la comprensión de la inteligencia y de su determinación, independientemente de que no esté dicha aún la última palabra sobre esto.

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